Callejón de la sangre

Publicado el

Siendo como fue la capital de Lanzarote durante más de cuatro siglos, Teguise atesora la mayoría de los edificios históricos más importantes de la isla. Pero no sólo eso, sus calles cuentan con numerosos rincones llenos de historia.

Si algún día acuden a visitar la villa para pasear y perderse entre sus calles, probablemente transitarán por una cuyo nombre no suele dejar indiferente. Se trata de la Calle de la Sangre, también conocido como el Callejón de la Sangre. Es una vía de tan sólo cincuenta metros de largo por unos tres de ancho que, desde la actual calle Marqués de Herrera, pasa por la trasera de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y parte de su lateral para desembocar en el Parque La Mareta.

Callejón de la sangre, Teguise

Es una calle que cuenta con los tradicionales elementos de Teguise. Empedrada y no asfaltada, está bordeada de casas relucientes de blanco, en su mayoría de una sola planta, lo que permite disfrutar de su tranquilidad. Su recorrido coincide con un antiguo paso natural de las aguas que iban desde el barranco de Miraflores hasta la Gran Mareta, hoy desaparecida, que recogía las aguas pluviales y servía de suministro a la población local.

El nombre del Callejón se debe a varios sucesos que acontecieron en el siglo XVI. Entre 1569 y 1586, Lanzarote fue objeto de tres asaltos piráticos de los berberiscos norteafricanos que supusieron la destrucción de edificios, saqueos y el secuestro de parte de sus habitantes con el objeto de pedir rescate por ellos. En la de 1571, el Marqués de Herrera logró reunir a los vecinos y mataron a un gran número de los asaltantes en sus aledaños. Sin embargo, en la de 1586 sucedió al contrario y fueron varios los vecinos que murieron en ella.

Calle de la sangre, La Villa de Teguise

Estos hechos debieron quedar impresos a fuego en la memoria colectiva y dieron nombre a este callejón que adquiriría su fisonomía actual con posterioridad, tras la desaparición del Palacio del Marqués. Seguro que la próxima vez que pasees por sus adoquines la mirada a este pasaje será diferente.