El Puente de las Bolas

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El Puente de las Bolas fotografía de Ramón Pérez Niz

Dando un paseo por la ciudad, el visitante se dará cuenta muy pronto que Arrecife cuenta con pequeños rincones a descubrir, llenos de historia, de encanto, de tranquilidad. Pero si se le ocurre disfrutar del mar y deambular por la avenida, llegará hasta uno de los monumentos más emblemáticos: el Puente de las Bolas.

A finales del siglo XVI, con la construcción de la primitiva fortaleza de San Gabriel, se crea un camino y un puente que unía el islote donde se asentaba el castillo con la costa. El ingeniero italiano Leonardo Torriani ya estableció este “camino de ronda” en sus planes de fortificación de la isla, pero estos nunca llegaron a cumplirse aunque durante mucho tiempo se le ha atribuido a este ingeniero el diseño y su edificación. Probablemente durante este período existiese un sencillo puente de madera que permitiese el acceso a la isla desde la costa.

El Puente de las Bolas fotografía de Ramón Pérez Niz

Lo cierto es que la construcción del puente, tal y como lo conocemos en la actualidad, es mucho más tardía. Concretamente se realizó en la segunda mitad del siglo XVIII. En su “Descripción de Lanzarote y Fuerteventura” de 1772, el ingeniero Ruiz Cermeño señala que el puente tiene un ojo muy pequeño, debajo del cual pasan las lanchas que se comunican del Puerto de Naos al de Arrecife, con el problema añadido de que en sus márgenes se había depositado arena dificultando la evacuación de las aguas. Además, al margen de su escrito añadía los reparos que se necesitaba hacer y su costo.

Al mismo tiempo, en la obra “Voyage aux Canaries” del francés D. L. Feuillée datada en 1772 aparece una vista de Arrecife en la que ya aparece el Puente de las Bolas con su fisonomía actual: los tres ojos y las dos columnas o pilares coronados por las bolas que dan nombre al puente. Probablemente el autor conocía el proyecto ya que en un manuscrito de 1776 conservado en la Catedral de Las Palmas se señala que “desde el lugar (de Arrecife) se pasa a este castillo (de San Gabriel) por un puente sobre arcos de cantería de buena fábrica en la que actualmente se trabaja”

Por tanto, se puede apuntar sin equivocarnos que el Puente de las Bolas se construyó en la década de 1770. En estos dos siglos y medio que tiene de vida, el puente se ha convertido en un símbolo iconográfico de la ciudad, constituyendo en la actualidad, junto con el Castillo de San Gabriel, en la pieza más protegida del patrimonio histórico insular.

Para saber más:

PALLARES PADILLA, Agustín: “El Puente de las Bolas”. Ayuntamiento de Arrecife, 1989.

Nota: La fotografía de este post es de Ramón Pérez Niz.